Sobre la base de la investigación, experiencias acumuladas, viajes de conocimiento y asociaciones, Mahel dio un salto en su propuesta de valor en el ámbito industrial. Se trata de la obtención de una resolución sanitaria ambiental para mezclar y transformar residuos provenientes principalmente de la industria de la celulosa y, de esta forma, generar fertilizantes que ayuden a mejorar, potenciar o recuperar suelos agrícolas a bajo costo y sin riesgos ambientales.
Boris Valdés, gerente de Operaciones y Sostenibilidad, destacó este importante hito en la organización. “Son muy pocas las empresas que obtienen estos permisos sectoriales para el uso de residuos sólidos industriales no peligrosos (RSINP), tratándose además de una actividad pionera, innovadora y en la línea con nuestros objetivos de sostenibilidad”, aseguró.
Desde esa perspectiva, Valdés comentó que la filosofía de Mahel se sustenta en brindar servicios que integren los pilares económicos, sociales y medioambientales, para ser un real aporte al sistema industrial en su conjunto.
“Estamos generando valor para una industria complementaria como es la agrícola, sin sacrificar nuestro medio ambiente en el proceso de transformación de estos residuos. Es un proyecto que nos tiene muy motivados y que esperamos alcance una mayor preponderancia en el mediano plazo”, finalizó.